13.5. Los protocolos de los sabios de Sión

En la Rusia zarista tuvieron lugar entre 1881 y 1917 una serie de ataques y persecuciones contra la población judía. Estos ataques denominados pogroms, eran organizados localmente por el gobierno y la policía. Las víctimas judías eran saqueadas en sus propiedades, raptadas y asesinadas. Durante la revolución bolchevique de 1917, decenas de miles de judíos murieron por la violencia de los pogroms en Ucrania y Polonia oriental.
Va a ser, no obstante en Rusia donde surgirá una de las mayores calumnias contra los judíos en la que se les acusa de tramar una conspiración a nivel internacional para conseguir el poder. Esta calumnia se difundirá por toda Europa y América, y alimentará en muchos lugares en odio hacia el pueblo judío.
En 1903 el periódico de San Petersburgo Znamya (La bandera) publica por entregas los denominados “Protocolos de los Sabios de Sión”. El texto presentaba a los judíos como conspiradores contra el estado. En 24 capítulos, o protocolos – supuestamente las actas de las reuniones de los líderes judíos – Los Protocolos describían los “planes secretos” de los judíos para dominar el mundo mediante la manipulación de la economía, el control de los medios de comunicación, y el fomento de los conflictos religiosos.
Según se deduce de los protocolos, los Sabios a fin de conseguir el control del mundo no dudarían en usar la violencia. Curiosamente, el poder totalitario no estaría destinado a establecer un gobierno despótico a beneficio de los judíos, sino que el objetivo era establecer un régimen justo socialmente a escala mundial. De esta manera la gente estaría satisfecha y la continuidad del “imperio de Sión estaría asegurada durante siglos. El odio y el recelo surgen ante el deseo de los Sabios de querer destruir la cristiandad y las elites tradicionales.
Esta mentira se difundió rápidamente por todo el occidente y pronto circularán ediciones a través de Europa, Estados Unidos, Sudamérica, Japón y el mundo árabe. El magnate de los automóviles Henry Ford publicó en 1920 “El judío internacional” (The Dearborn Indepente) que consistía en una serie de artículos basados en los Protocolos. En Alemania la publicación Auf Vorposten presentaba a los judíos como esas fuerzas oscuras que habían intervenido en la derrota de la nación en la Guerra Mundial.
Hubo que esperar varios años para que la verdad saliera a la luz. En 1921 el diario Londinense, Times, presenta la evidencia de que los Protocolos eran falsos. El diario confirmó que estos habían sido copiados de un texto contra Napoleón III titulado “Diálogo en el infierno entre Maquiavelo y Montesquieu”. El folleto, escrito en 1864 por Maurice Holy, fue prohibido en Francia, pero al parecer una copia llegó a Rusia para dar lugar, años más tarde a los mencionados Protocolos.
No obstante a pesar de haberse demostrado la falsedad de los Protocolos, estos siguieron difundiéndose por el mundo, alimentando la teoría de la confabulación judía y generando más odio contra los judíos.

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